La Fundación CARF, cuya misión es ayudar a la formación de sacerdotes y religiosos en todo el mundo, lanza su mercadillo solidario anual elaborado incluso con donaciones de recuerdos familiares.
Desde hace 29 años, el Patronato de Acción Social (PAS) de esta institución inspirada por el Beato Álvaro del Portillo, primer sucesor de San Josemaría Escrivá al frente del Opus Dei, organiza esta actividad que permite contribuir a la formación integral de seminaristas, sacerdotes y religiosos.
Según describe Carmen Ortega, una de las presidentas del patronato, en una nota difundida a los medios explica que en 2025 se ha superado el centenar de colaboradores, entre ellos, “personas que, sin dudarlo, han abierto sus casas y sus corazones para donar lo mejor que tenían. Algunos nos traen objetos con historia, recuerdos familiares a los que cuesta decir adiós, pero lo hacen con una sonrisa, sabiendo que su gesto servirá para algo más grande”.
Además de contar con ropa, muebles, complementos y otros enseres, en esta ocasión se destacan dos donaciones “muy especiales”.
Por un lado, han sido donados unos mantones de manila que "nunca pasan de moda” y, por otro, talla de Santa Teresa de Jesús con historia familiar, ofrecida por una mujer: "Nos contó que era de su madre, que la tenía mucho cariño. Y que, por la formación de los seminaristas y sacerdotes diocesanos, desprenderse de la talla merecía la pena”, explica Ortega.
"Nos emocionan los mensajes que acompañan a los objetos, cuando nos los han hecho llegar. Nos dicen: ‘Por la formación de sacerdotes se hace lo que sea’”, añade.