El arzobispo de Homs de los católicos siríacos, Jacques Mourad, afirmó que el diálogo islámico-cristiano en Siria enfrenta un desafío derivado de la postura oficial de los jeques musulmanes, quienes se niegan a abrir las puertas al encuentro y al diálogo con otras comunidades.
Los jeques consideran que el islam sunita, dijo, es la única religión verdadera y la única religión del Estado, mientras que ven a las demás como simples invitadas.
En una reciente entrevista con ACI Mena —agencia en árabe de EWTN News— Mons. Mourad explicó que esta actitud es adoptada por algunas autoridades religiosas musulmanas oficiales. Describió esta realidad como una prueba y una llamada a la perseverancia y la continuidad, afirmando que confía en los musulmanes y funcionarios de buena voluntad para avanzar juntos en el camino del entendimiento.
Agregó que la continuidad de las iniciativas de diálogo, a pesar de las dificultades, demuestra la fuerza del mensaje cristiano y refuerza el respeto mutuo entre las distintas comunidades.
Un premio del Vaticano
El 18 de octubre, en el Vaticano, Mons. Mourad recibió el “Premio San Juan Pablo II”, un galardón creado por la Fundación Vaticana Juan Pablo II “para honrar a personas, organizaciones o iniciativas que, en sus actividades científicas, culturales o sociales, se inspiran en la enseñanza o ejemplo de San Juan Pablo II y contribuyen a promover su legado en la Iglesia y en el mundo”, según el sitio web de la fundación.