“No se trata de superar la muerte de un hijo. Se trata de descubrir el misterio de tu paternidad y tu maternidad con este hijo que es una luz para la Iglesia y para el mundo”.
Esta es la misión de En Vela, una funeraria católica que, inspirada por la Providencia, se ha especializado en recibir, acoger y despedir a los bebés fallecidos para que los padres puedan vivir en plenitud su vocación.
Hace siete años, Helena Acín se encontraba en Francia, conviviendo con la Comunidad del Cordero. Era el 24 de marzo de 2018 y estaba a punto de comenzar la Semana Santa y se celebraba el oficio de la Unción de Betania.
Tras la celebración, una de las hermanas falleció. “Se continuó celebrando los oficios con el cuerpo presente de la hermanita y era como si con la liturgia se revelase lo que acontecía en el momento de la muerte”, detalla Elena en conversación con ACI Prensa.
La profundidad de lo vivido le impulsó a crear En Vela. Fue como “una flecha que bajó del cielo y que me vino: ¡Esto es tan bello! Lo quiero ofrecer a todo el mundo. Voy a montar una funeraria”, recuerda.