El Papa León XIV aseguró este domingo que nadie en la Iglesia “debe imponer las propias ideas” y pidió que las tensiones eclesiales entre tradición y novedad no se conviertan en “contraposiciones ideológicas”.
“La regla suprema en la Iglesia es el amor. Nadie está llamado a mandar, todos lo son a servir; nadie debe imponer las propias ideas, todos deben escucharse recíprocamente; sin excluir a nadie, todos estamos llamados a participar; ninguno posee la verdad toda entera, todos la debemos buscar con humildad, y juntos”, aseguró León XIV durante la Misa que celebró con motivo del Jubileo de los Equipos Sinodales y de los órganos de participación.
En un llamamiento a la comunión, se dirigió a todos los participantes de este gran evento sobre la sinodalidad enmarcado en el Año Santo y les pidió ayuda para “ensanchar el espacio eclesial” y para que este sea “colegial y acogedor”.
Esos precisamente fueron algunos de los objetivos del Sínodo sobre la sinodalidad, uno de los proyectos más ambiciosos desde el Concilio Vaticano II impulsados por el Papa Francisco para renovar Iglesia y hacer de ella un espacio más participativo y menos clerical.