Obispos católicos de Estados Unidos han criticado las medidas tomadas por el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump para ampliar el acceso a la fecundación in vitro (FIV), un tratamiento de fertilidad contrario a la enseñanza de la Iglesia que de manera rutinaria descarta embriones humanos.
Trump anunció el 16 de octubre que el gobierno llegó a un acuerdo con una compañía farmacéutica para reducir el costo de algunos fármacos de FIV y que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) está trabajando para agilizar la revisión de un nuevo medicamento.
La FIV es un tratamiento de fertilidad en el que los médicos fusionan espermatozoides y óvulos en un laboratorio para crear embriones humanos que se implantan en el vientre de la madre. Millones de embriones sobrantes que no se implantan han sido destruidos o utilizados en investigación científica. Algunos permanecen congelados indefinidamente.
“Rechazamos firmemente la promoción de procedimientos como la FIV que … congelan o destruyen a preciosos seres humanos y los tratan como propiedad”, dijeron tres obispos en una declaración conjunta difundida por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB).
“Toda vida humana, nacida y por nacer, es sagrada y amada por Dios”, continuaron. “Sin disminuir la dignidad de las personas nacidas por medio de la FIV, debemos reconocer que los niños tienen derecho a nacer de un acto natural y exclusivo de amor conyugal, y no de la intervención tecnológica de una empresa. Y una acción gubernamental nociva para ampliar el acceso a la FIV no debe tampoco empujar a la gente de fe a ser cómplice de sus males”.
Los obispos añadieron: “Continuaremos revisando estas nuevas políticas y esperamos entablar un diálogo más amplio con la administración y el Congreso, proclamando siempre la santidad de la vida y del matrimonio”.