La Arquidiócesis de Filadelfia (Estados Unidos) celebró el 25º aniversario de la canonización de Catalina Drexel, fundadora de las Hermanas del Santísimo Sacramento, durante una Misa en la Basílica Catedral de los Santos Pedro y Pablo, donde descansan los restos de la santa.
“Es una gran alegría para mí celebrar esta Misa en honor a nuestra Santa Catalina Drexel”, dijo el arzobispo Nelson Pérez al inicio de su homilía, para luego dar una cálida bienvenida a las Hermanas del Santísimo Sacramento y a su Superiora, la Hermana Stephanie Henry.
El arzobispo Pérez centró su reflexión en la parábola del grano de mostaza, subrayando que “no debemos subestimar el poder de los comienzos pequeños cuando están llenos de la gracia y el Espíritu de Dios”.
“Dios plantó una semilla de mostaza en el corazón de Catalina Drexel, y esa semilla floreció en una vida de fe, caridad y servicio a los más necesitados”, dijo el prelado.
Recordó cómo la santa, nacida en una familia de gran fortuna, aprendió desde joven que la riqueza debía ponerse al servicio de los demás.
“Eran personas de gran posición, pero no permitieron que sus riquezas se interpusieran en su relación con el Señor. Su padre era un hombre de profunda oración y su madrastra acogía a los pobres en casa varias veces por semana. En esa tierra fértil fue plantada la semilla del Reino”, reflexionó.