El Papa León XIV alentó a los gendarmes del Estado de la Ciudad del Vaticano a “perseverar en la elección del bien y de la justicia”, al tiempo que les agradeció “por el valor y la disponibilidad que han expresado al servir fielmente a la Santa Sede”.
El Santo Padre celebró la Misa para el Cuerpo de la Gendarmería Vaticana en la Gruta de Lourdes de los Jardines Vaticanos este domingo 5 de octubre, recordando al reciente conmemoración de San Miguel Arcángel —cuya fiesta la Iglesia Católica celebra cada 29 de septiembre, junto a los arcángeles Rafael y Gabriel—, patrono tanto de la Policía del Estado de Italia como del Cuerpo de Gendarmería del Vaticano.
Recordando la segunda lectura de este domingo, de la segunda carta de San Pablo a Timoteo, en el que el apóstol de los gentiles alienta a no avergonzarse “de dar testimonio de nuestro Señor”, el Papa subrayó que “es el testimonio de Jesús lo que da sentido a lo que hacemos; de lo contrario, corremos el riesgo de volvernos cristianos grises, tibios, sin un corazón ardiente por el Evangelio”.
A los gendarmes vaticanos les aseguró que “la suya no es sólo una profesión: es un servicio para el bien de la Iglesia. También su trabajo cotidiano, de hecho, da testimonio del Evangelio. Por eso, no se avergüencen nunca del ejemplo que pueden dar”.
“A menudo —y lo saben por experiencia—, su presencia discreta y segura puede expresar un estilo evangélico no con palabras, sino incluso sólo con una mirada atenta, con un gesto solícito que tutela a cada persona a su alrededor”, dijo.
El Santo Padre destacó que “para resistir a la tentación de la rutina y de la pereza”, San Pablo alienta a reavivar “el don de Dios que está en ti […]. Dios de hecho no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de caridad y de prudencia”.