Cada año, el rezo del Santo Rosario reúne a miles de mexicanos en el Rosario Viviente, una tradición que convoca multitudes en distintas ciudades del país para pedir la intercesión de la Virgen María, y que es descrita como una “gran fiesta de fe y de oración”.
El Rosario Viviente es una experiencia de fe en la que los católicos rezan los misterios acompañados de reflexiones y representaciones sobre la vida de Jesucristo. Suele incluir música y una procesión de la Virgen María en la advocación local. Cada año se ofrece por una intención especial y, en 2025, en sintonía con la invitación del Papa Francisco para el Año Jubilar, estará dedicada a la esperanza.
En México, esta iniciativa tiene especial presencia en la ciudad de León, en el estado de Guanajuato, y en Ciudad Juárez, en Chihuahua, ciudades en las que el Rosario Viviente se suele realizar en estadios de fútbol por su capacidad de albergar a grandes multitudes.
Una tradición familiar
En León, el Rosario Viviente cumple 71 años ininterrumpidos. En entrevista para ACI Prensa, el P. Roberto Guerrero, coordinador de la jornada de oración en la arquidiócesis, señaló que en sus inicios los misterios se rezaban “forma verbal, luego se sumó un apoyo visual haciendo cuadros plásticos, luego se integraron las escenificaciones”.