Cuando una nueva “baby box” (caja para bebés) fue instalada este verano en una estación de bomberos en la ciudad de O’Fallon, en Missouri (Estados Unidos), los promotores sabían que algún día podría salvar una vida. Pocos esperaban que ese momento llegara tan pronto.
Menos de 60 días después de que la caja fuera bendecida e inaugurada en la Estación 3 del Distrito de Protección contra Incendios de O’Fallon, los socorristas recuperaron de forma segura a un recién nacido sano, depositado allí por su madre, en la mañana del 13 de septiembre.
La caja de O’Fallon fue financiada por el Consejo 2269 de los Caballeros de Colón. Para el Gran Caballero, Tom Zangriles, la noticia de la entrega fue a la vez sorprendente y profundamente conmovedora.
“Me dio escalofríos. Nadie esperaba que sucediera tan rápido. Que fuera tan pronto realmente nos tomó a todos por sorpresa, en el buen sentido”, dijo Zangriles al National Catholic Register.
Los bomberos recuperaron al bebé de la caja en menos de un minuto y el niño fue trasladado al hospital más cercano para su evaluación. El sexo del bebé —que ahora está al cuidado de una familia de acogida— no fue revelado por motivos de privacidad.
La instalación de O’Fallon es una de más de 300 cajas para bebés en todo el país, operadas por Safe Haven Baby Boxes, una organización sin fines de lucro con sede en Indiana y fundada por Monica Kelsey.