El Papa sigue con preocupación las consecuencias de la ofensiva terrestre de Israel en la capital de la Franja, en Gaza, donde viven 600.000 civiles, entre ellos la pequeña comunidad católica refugiada en el edificio parroquial de la Sagrada Familia, que no tienen a donde huir.
Tras la catequesis de la Audiencia General de este miércoles, el Papa lamentó que la población de Gaza haya sido obligada “por la fuerza a abandonar una vez más sus tierras”.
León XIV expresó su profunda solidaridad con el pueblo palestino de Gaza, “que sigue viviendo con miedo y sobreviviendo en condiciones inaceptables, obligado por la fuerza a abandonar una vez más sus tierras”,
“Ante el Señor Todopoderoso, que ha ordenado ‘No matarás’, y ante toda la historia de la humanidad, cada persona tiene siempre una dignidad inviolable que debe respetarse y protegerse”, aseveró.
Asimismo, renovó su llamamiento “al alto el fuego, a la liberación de los rehenes, a una solución diplomática negociada y al pleno respeto del derecho internacional humanitario. Invito a todos a unirse a mi ferviente oración, para que pronto amanezca una paz y una justicia justas”.