El Papa León XIV, antes de llegar al pontificado, celebraba sus cumpleaños en Chiclayo (Perú) con gestos marcados por la sencillez, cercanía y en comunidad. Así lo recuerdan sacerdotes, laicos y grupos de fieles que compartieron con él esos momentos durante sus años como obispo de la diócesis.
El P. Jorge Millán, quien colaboró estrechamente con Mons. Robert Prevost en Chiclayo, evocó el estilo sobrio de estas celebraciones: “Solíamos reunirnos en familia con Monseñor: un almuerzo, la clásica torta, cantarle el ‘feliz cumpleaños’... Era una tarde amena nada más, pero después él volvía al trabajo”, compartió con ACI Prensa.
En las mañanas, relató, recibía saludos de instituciones y colegios de la ciudad, mientras que por la tarde presidía la Misa de cumpleaños en la Catedral. “Esa era su celebración solemne con la ciudadanía. Todo en general era muy sencillo, pero a la vez muy emotivo, porque él acogía esos gestos y se alegraba”, añadió.
Janinna Sesa Córdova, exdirectora de Cáritas Chiclayo, recordó con cariño una sorpresa preparada por el equipo de voluntarios: “Un año le hicimos creer que lo buscábamos por un tema urgente. Cuando llegó, lo sorprendimos con globos, una tarjeta grande y una torta. Realmente se sorprendió, porque no lo esperaba”. También narró otra ocasión en la que, al no encontrarlo en el Obispado, tuvieron que llevar la torta hasta Monsefú, donde celebraba una Misa.