El Papa León XIV ha creado una nueva diócesis católica en el norte de China con el mismo nombre que una establecida hace décadas por Pekín sin la aprobación del Vaticano, lo que subraya las tensiones en curso sobre cómo China ha redibujado unilateralmente las fronteras diocesanas católicas sin el consentimiento de Roma.
El Vaticano anunció este miércoles que el Papa ha suprimido dos históricas diócesis, la de Xiwanzi y la de Xuanhua —erigidas en 1946 por el Papa Pío XII— y las ha reemplazado con la Diócesis de Zhangjiakou.
La sede de la nueva diócesis se encuentra en la ciudad de Zhangjiakou, donde la asociación católica controlada por el Estado chino estableció en 1980 su propia diócesis, con límites nunca reconocidos por la Santa Sede.
Llamó la atención que en el comunicado del Vaticano no se mencionara a Mons. Agustín Cui Tai, de 75 años, obispo “clandestino” de Xuanhua —la diócesis ahora suprimida—, quien ha sufrido repetidas detenciones, arresto domiciliario y trabajos forzados durante las últimas tres décadas, según un informe reciente.
El Papa León XIV nombró como nuevo obispo de la Diócesis de Zhangjiakou, en la provincia de Hebei, al P. José Wang Zhengui, elegido dentro del marco del acuerdo provisional entre la Santa Sede y el gobierno chino sobre el nombramiento de obispos, también conocido como el “acuerdo Vaticano-China”.
El anuncio del Vaticano llegó pocas horas después de que el P. Wang, de 62 años, fuera consagrado obispo de Zhangjiakou el 10 de septiembre, en una Misa en la iglesia de la Sagrada Familia de esa ciudad, a la que asistieron unos 300 fieles, 50 sacerdotes y dirigentes de la Asociación Patriótica Católica China. Según indicó la Santa Sede, el Papa León había nombrado a Wang el pasado 8 de julio.