Carlo Acutis (1991–2006), un adolescente italiano apasionado por la informática y profundamente enamorado de la Eucaristía, fue canonizado este domingo en la Plaza de San Pedro por el Papa León XIV.
Con apenas 15 años, Carlo partió a la Casa del Padre tras una leucemia fulminante. Sin embargo, su corta vida dejó una huella imborrable: ayudó a los pobres, difundió la devoción a los milagros eucarísticos y ofreció sus sufrimientos por el Papa, por la Iglesia y por la conversión de los pecadores.
Hoy, se convierte en el primer santo millennial de la Iglesia, un testimonio de que la santidad no depende de la edad, sino de un corazón que vive plenamente unido a Cristo.
Infancia y formación en la fe
Carlo nació en Londres el 3 de mayo de 1991, en el seno de una familia italiana. Fue bautizado pocos días después, el 18 de mayo, en la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores en la capital británica. En septiembre de ese mismo año, la familia regresó a Milán, donde Carlo creció y realizó sus estudios. Desde pequeño mostró un carácter alegre y generoso, siempre dispuesto a ayudar a los demás.
Un momento decisivo llegó el 16 de junio de 1998, cuando recibió la Primera Comunión con tan solo siete años, gracias a un permiso especial. Desde entonces, según recuerda el Dicasterio para las Causas de los Santos, Carlo asistió a Misa diariamente y pasaba largos momentos en adoración ante el Santísimo Sacramento.