Con el inicio del ciclo escolar este 1 de septiembre en México, cuando millones de jóvenes vuelven a poblar las aulas de México, la Iglesia Católica elevó su deseo de que este retorno sea una “oportunidad extraordinaria” para seguir forjando personas íntegras y, a través de ellas, “aspirar a que nuestra patria sea más humana y fraterna”.
En un comunicado compartido este día, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) subrayó que la educación es el camino por excelencia para “aprender el arte de vivir”, advirtiendo que sin esta herramienta “estaremos en el riesgo de empobrecer la visión de la vida y el sentido de la misma”.
En este sentido, los obispos expresaron su deseo de que todos los estudiantes tengan un buen inicio de curso y recordaron que, aunque no todos cuentan con las mismas condiciones o infraestructura, “que no falte lo esencial: maestros convencidos de su vocación y alumnos deseosos de crecer como seres humanos”.
Durante la ceremonia oficial de las autoridades por el inicio del año, Mario Delgado Carrillo, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), informó que más de 34.5 millones de estudiantes, desde preescolar hasta la universidad, retomaron sus actividades académicas. Las clases son impartidas por 2.1 millones de docentes en más de 262 mil centros educativos a lo largo del país.
Vale la pena el esfuerzo
El regreso a clases se da en medio de importantes desafíos. Según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), 6.4 millones de personas entre 3 y 18 años no asisten a la escuela, y la mitad de quienes no acceden a la educación formal provienen de grupos desfavorecidos.