El Papa León XIV llama a que “la fe, la esperanza y la caridad se traduzcan en una gran conversión cultural” en un mensaje con motivo del Meeting para la amistad entre los pueblos que se celebra en Rímini (Italia) en los próximos días.
Esta iniciativa nació en 1980, inspirada en lo que Luigi Giusanni, fundador de Comunión y Liberación, llama la experiencia elemental, un deseo innato de verdad, belleza y justicia presente en el corazón de cada ser humano y que constituye la base para el diálogo y el encuentro de personas de diferentes credos y culturas.
Esto se produce a través de un extenso programa de actividades de todo tipo (políticas, económicas, culturales, etc.) que congregan cada año a miles de personas en torno a la última semana de agosto en la costa adriática italiana.
“Los desiertos suelen ser lugares descartados, considerados inadecuados para la vida. Sin embargo, allí donde parece que nada puede nacer, la Sagrada Escritura vuelve continuamente a narrar los pasajes de Dios”, expone al inicio de la carta remitida el pasado 11 de agosto al Obispo de Rímini, Mons. Nicolò Anselmi.
Así, detalla cómo en el desierto nace el Pueblo de Dios donde, “a través de su dureza madura la opción por la libertad” con la ayuda de Dios que “transforma el desierto en lugar de amor y de decisiones, lo hace florecer como un jardín de esperanza”.
El Papa también recuerda que este ambiente árido ha sido también señalado por los profetas “como el escenario de un compromiso, al que hay que volver cada vez que el corazón se entibia, para recomenzar con la fidelidad de Dios” y habitado por monjes y monjas “en nombre de todos nosotros, representando a la humanidad entera, al Señor del silencio y de la vida”.