Hoy se cumplen tres meses desde que el Papa León XIV se asomó por primera vez al balcón central de la Basílica vaticana, tras ser elegido sucesor de San Pedro.
En aquel primer mensaje Urbi et Orbi, pronunciado el 8 de mayo, el Santo Padre expresó con firmeza estas palabras, que marcarían el inicio de su pontificado:
“Soy agustino, un hijo de san Agustín, que ha dicho: ‘Con ustedes soy cristiano y para ustedes, obispo’. En este sentido podemos caminar todos juntos hacia esa patria que Dios nos ha preparado”.
En estos tres meses, León XIV ha citado en diversas ocasiones a su padre espiritual, San Agustín, consolidando así una línea pastoral profundamente enraizada en la tradición agustiniana.
Ya sea en mensajes sobre la Inteligencia Artificial, en discursos dirigidos a los jóvenes o en audiencias con peregrinos, el Papa León XIV ha aprovechado cada ocasión —a través de sus discursos, audiencias y homilías— para ofrecer valiosas enseñanzas inspiradas en San Agustín de Hipona.
En la mayoría de las intervenciones ha citado Confesiones, una de las obras más conocidas del santo, como lo hizo en su homilía durante la Misa de inauguración de su ministerio petrino, celebrada el 18 de mayo. También ha hecho referencia a otras obras fundamentales del obispo de Hipona, como el Comentario a los Salmos y La Ciudad de Dios.