Cuando Dios inspiró en el corazón de Lissandra Méndez Sánchez y Félix Rigau Chiang—un matrimonio cubano emigrado a España— la idea de crear una aplicación para ayudar a las personas a rezar, jamás imaginaron llegar hasta donde se encuentran ahora.
En conversación con ACI Prensa, Lissandra recuerda que la semilla ya había sido plantada tiempo atrás. Ocho años antes, recién llegados a un país desconocido y marcados por la soledad, sintieron el deseo profundo de “rezar por aquellas personas que no estaban cerca de nosotros”.
Félix, programador de profesión, decidió entonces desarrollar una aplicación sencilla para anotar y recordar las intenciones por las que quería orar. “Era sólo para su uso personal”, explica Lissandra. Pero el sacerdote que les acompaña en la dirección espiritual vio en ese gesto algo más grande y les animó a abrir la aplicación al público.
Así nació Prayfy, un proyecto concebido como una auténtica vocación, fruto del discernimiento y del compromiso compartido. Lissandra y Félix no solo han invertido su tiempo y talento, sino también sus ahorros. “Hemos sentido una tranquilidad que sólo puede venir de Dios, porque humanamente no habríamos sido capaces. Sabemos que esto no es nuestro”, confiesa ella.