La semana pasada, más de un millón de jóvenes inundaron las calles de Roma para participar en uno de los eventos más esperados del Año Santo, el Jubileo de los Jóvenes.
Durante estos días, el Jubileo no sólo se vivió en los grandes escenarios, discursos oficiales o celebraciones multitudinarias. Este acontecimiento dejó tras los bastidores conmovedoras anécdotas e historias.
Las Hermanas de la Caridad, testimonio vivo durante el Jubileo
Las Hermanas de la Caridad se convirtieron en un testimonio vivo de la alegría de la fe y del amor a Cristo. A lo largo de toda la semana, unas 50 hermanas —vestidas con sus característicos saris blancos con franjas azules— recorrían la Via della Conciliazione invitando personalmente a los jóvenes peregrinos a “recibir a Jesús”, como ellas mismas decían con una sonrisa.
Con delicadeza y entusiasmo, las religiosas animaban a los jóvenes a entrar en la capilla de adoración eucarística, a pocos metros del Vaticano, para pasar un tiempo con Cristo presente en el Santísimo Sacramento.