Mons. Eamon Martin, Primado de Irlanda y Arzobispo de Armagh, recordó en un emotivo mensaje a San Juan María Vianney, el patrono de los sacerdotes y párrocos cuya memoria se celebra este 4 de agosto.
Al inicio de su mensaje, el prelado recordó su reciente visita a la tumba de San Juan María Vianney, en la localidad francesa de Ars —donde el santo sirvió durante más de 40 años—, en el marco del centenario de la canonización del Cura de Ars, que tuvo lugar el 31 de mayo de 1925.
En aquel lugar, aseguró haber dado “gracias a Dios por la dedicación y el compromiso silencioso de tantos buenos sacerdotes en toda Irlanda” y recordó también a sus compañeros de seminario y a los presbíteros “que inspiraron mi propia vocación, y recé especialmente por los sacerdotes que están enfermos, que atraviesan dificultades o que se encuentran fuera del ministerio”,
Remarcó en este sentido lo importante que es rezar por los sacerdotes: “Es comprensible que la gente esté más acostumbrada a pedir a los sacerdotes que recen por ellos, y quizá no se den cuenta de cuánto necesitamos también nosotros, los sacerdotes, ser sostenidos por la oración: para que podamos configurarnos cada vez más plenamente con Cristo”.
Recordó también que San Juan María Vianney describía el sacerdocio como “el amor del corazón de Jesús” y decía que “ser misionero es dejar que tu corazón se desborde”.
“Los sacerdotes solemos estar absorbidos por innumerables exigencias y distracciones”, precisó Mons. Eamon. En concreto, lamentó que en los últimos tiempos, al igual que muchas otras personas, “hemos sido más vulnerables a la soledad y al aislamiento, y en ocasiones a influencias nocivas o perjudiciales que pueden robarnos la alegría de nuestra vocación”.