La Iglesia Católica en Haití expresó su preocupación por el proceso de reforma para adoptar una nueva Constitución impulsado por el gobierno de transición, y advirtió que, ante la crisis que atraviesa el país, este paso “debe hacerse en un momento oportuno”.
En un mensaje emitido por la Conferencia Episcopal de Haití (CEH) el 23 de julio, los obispos señalaron que el anteproyecto constitucional de 2025, recientemente presentado por las autoridades, representa “un momento significativo” en la vida nacional.
No obstante, indicaron que su aprobación “requiere un amplio debate que conduzca a un verdadero consenso nacional, teniendo en cuenta la realidad histórica, cultural y social de nuestro pueblo”.
Haití no garantiza “ni la seguridad, ni la justicia”
En el pronunciamiento firmado por los 12 obispos del país, se denuncia que la isla es “un Estado fallido que ya no garantiza ni la seguridad, ni la justicia, ni lo mínimo vital para su pueblo”.
Los obispos alertaron que el territorio se encuentra “fragmentado, abandonado a la ley de las armas y al terror de las bandas armadas”, mientras que la población está “en fuga, desplazada, humillada, empobrecida, herida en su cuerpo y en su alma”.