Julieta Levene, experta en derecho canónico y miembro del tribunal eclesiástico de la Diócesis de San Isidro (Argentina), explicó las claves para entender qué es la nulidad matrimonial, cómo se diferencia del divorcio civil y por qué resulta fundamental el acompañamiento pastoral en este proceso.
“La nulidad matrimonial no es un divorcio eclesiástico. No se trata de disolver algo, sino de analizar si ese sacramento fue válido desde el inicio”, aclaró Levene en una entrevista para EWTN Noticias.
Mientras el divorcio es una disolución legal de la unión civil según las leyes de cada país, el proceso de nulidad en la Iglesia examina si existieron las causales para que el matrimonio sacramental se declare inválido.
Según la especialista, este discernimiento no depende de la decisión unilateral de las partes: “El sacramento se presume válido, salvo que se demuestre lo contrario a través de un proceso judicial eclesiástico”.