De Detroit a California y Florida, sacerdotes y obispos católicos en Estados Unidos están mostrando su solidaridad con los inmigrantes que enfrentan deportaciones.
Mientras los obispos de Tennessee y Mons. Alberto Rojas de San Bernardino han concedido recientemente dispensa de la obligación dominical para quienes temen ser arrestados, otros miembros del clero católico están participando en marchas para respaldar a los inmigrantes.
En Detroit, un sacerdote tomó una iniciativa particular: entregó una carta dirigida al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de EE.UU.
El P. David Buersmeyer, ombudsman de la Oficina del Arzobispo de Detroit, expresó sus crecientes preocupaciones por las operaciones migratorias en una carta dirigida a la oficina local de ICE y a su director, Kevin Raycraft.
“En los últimos meses, no solo en Detroit, sino en todo el país, hemos visto que el personal de ICE se ha vuelto más confrontacional y menos transparente, lo que ha generado más miedo y caos en muchas de nuestras comunidades inmigrantes”, declaró Buersmeyer a CNA —agencia en inglés de EWTN News—.
El sacerdote es capellán del grupo Strangers No Longer (Ya no son extraños), una organización católica de base en Míchigan que aboga por los derechos de los inmigrantes. Esta semana, el grupo organizó una marcha de oración hacia la oficina local de ICE para entregar la carta, firmada por Buersmeyer y Judith Brooks, presidenta del directorio del grupo.