En Uruguay, cerca de 3.500 personas viven en situación de calle. Aunque el número representa solo el 1% de la población, detrás de ese porcentaje hay miles de rostros, historias y luchas cotidianas por un plato de comida o un lugar donde resguardarse, especialmente en los meses más fríos del año.
Para hacer frente a esta realidad, la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Montevideo lanzó por segundo año consecutivo la campaña “Yo sumo un plato”, una iniciativa que busca transformar la solidaridad de los fieles en alimentos, distribuidos a través de servicios de la Iglesia como comedores, merenderos y ollas populares de la capital.
“La Pastoral Social lo que hace es juntar fondos, pero también donaciones de alimentos, y la distribuimos en parroquias, ollas o servicios. Nosotros hacemos de intermediarios, compramos en cantidad para conseguir un precio más bajo, y lo repartimos”, explicó a ACI Prensa el director de la Pastoral Social, diácono Mauricio Calleo Abreu.
Actualmente, entre todos los servicios que coordina la Pastoral, se entregan 5.500 platos de comida por semana y se asiste a 500 familias con suplementos alimenticios, canastas y otros insumos.
En 2024, gracias a esta campaña, se compraron siete toneladas de alimentos. En lo que va de 2025, ya se han adquirido cuatro toneladas, lo que permite proyectar un impacto similar al del año pasado, aunque “no podemos evaluar todavía”, aclara Calleo Abreu.
El llamado a colaborar se mantiene vigente durante todo el año, pero se refuerza especialmente entre mayo y septiembre, cuando el frío multiplica las necesidades. “En invierno la gente necesita más de un plato de comida, otro nivel calórico”, explica el diácono.