Las comunidades cristianas en Siria han sido víctimas, en los últimos días, de una nueva y alarmante ola de violencia, según denunció la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
Uno de los ataques más graves se produjo en la ciudad de Suwayda, donde decenas de viviendas pertenecientes a familias cristianas fueron incendiadas, forzando a numerosos habitantes a huir.
Según fuentes locales, al menos 38 casas fueron destruidas por el fuego, dejando a sus ocupantes sin hogar. Unas 70 personas han buscado refugio en un amplio salón de la iglesia en Shahba, donde actualmente sobreviven en condiciones extremadamente precarias.
“Esta comunidad lo ha perdido todo”, declaró una fuente a ACN. “Ya formaban parte de los más pobres de la región, y ahora no les queda absolutamente nada”.
La violencia también se ha extendido a la aldea vecina de Al-Mazraa, aunque por el momento se desconocen los detalles del ataque. Si bien los agresores no han sido identificados, se sospecha que los hechos están relacionados con tensiones sectarias y la actividad de grupos extremistas, agravadas por años de conflicto e inestabilidad en el país.
Por otro lado, fuentes de ACN confirmaron que la iglesia greco-melquita de San Miguel, en Al-Sura, fue atacada e incendiada por desconocidos. La magnitud de los daños aún no ha podido verificarse debido a la difícil situación en la zona, pero imágenes difundidas en redes sociales confirman la gravedad del atentado.