Al concluir su 38° Asamblea Ordinaria, la Conferencia Boliviana del Clero Diocesano emitió una declaración en la que se refleja “profunda conmoción” de los sacerdotes ante la situación que atraviesa el país, al tiempo que hacen llegar un mensaje de esperanza basado en el mensaje de Cristo.
La asamblea, que tuvo el lema “Sacerdotes diocesanos, peregrinos de esperanza”, se llevó a cabo en la ciudad de Oruro entre el 30 de junio y el 4 de julio, y fue una oportunidad para el diálogo, la oración y el trabajo conjunto.
También incluyó una peregrinación por las calles de la ciudad, acompañada por los obispos.
Al culminar el encuentro, los sacerdotes se dirigieron al Pueblo de Dios “profundamente conmovidos por la situación que atraviesa nuestra amada Bolivia”.
Entre las “innegables” dificultades actuales, enumeraron: “escasez de alimentos, combustible, devaluación de nuestra moneda, un ambiente electoral marcado por la guerra sucia y una escandalosa manipulación judicial”.
Todo ello, lamentaron, se refleja “en una creciente tensión social manifestada en paros, marchas y protestas en general que han terminado en luto”.