La Iglesia Católica se solidarizó con las familias de los ocho líderes sociales y religiosos asesinados y cuyos cuerpos fueron hallados en una fosa común en el departamento colombiano del Guaviare, e indicó que este “acto infame” daña la paz de la región.
El martes 1 de julio, la Fiscalía de la Nación informó el hallazgo de una fosa común en la zona rural del municipio de Calamar, con los restos de ocho personas, entre líderes sociales y de comunidades evangélicas.
En un comunicado conjunto, la Delegación para las relaciones Iglesia-Estado de la Conferencia Episcopal de Colombia y la Diócesis de San José del Guaviare, expresaron que este asesinato “representa una grave afectación a la vida social y la paz de la región”.
“Hacemos un llamado a los actores armados a buscar caminos de paz, que permitan mejorar la situación humanitaria, el desescalamiento del conflicto en la región y la salvaguarda de la vida de las comunidades que siguen sufriendo el flagelo de la guerra”, manifestaron en su comunicado con fecha 2 de julio.