El Papa León XIV se reunió este jueves con los niños que participan en el campamento de verano del Vaticano. En un ambiente alegre y distendido, compartió con ellos recuerdos de su infancia, respondiendo con cercanía y ternura a las preguntas de los más pequeños.
Uno de los niños, con la inocencia propia de su edad, le preguntó si cuando era niño iba a Misa y qué le gustaba hacer. El Papa, con una sonrisa, respondió: “Claro que sí. Iba a Misa con mamá y papá”, y también contó que desde los seis años era monaguillo en la parroquia”.
Añadió que su madre lo despertaba cada mañana para ir a Misa antes de la escuela: “Siempre nos despertaba y decía: ‘¿Vamos a Misa?’”.
“Servir en la Misa era algo que me gustaba mucho, porque desde pequeño me enseñaron que Jesús siempre está cerca, que es el mejor amigo, y que la Misa era una forma de encontrarme con Él, incluso antes de hacer la Primera Comunión”, contó el Pontífice.
Frente a los más de 600 niños reunidos en el Aula Pablo VI, entre ellos 300 procedentes de Ucrania acogidos por Cáritas Italia, el Papa recordó que tuvo que aprender latín para seguir la Misa.