Después de reunirse el pasado 28 de junio con peregrinos de la Iglesia greco-católica ucraniana en la Basílica de San Pedro, este miércoles el Papa León XIV recibió en audiencia a los obispos miembros del Sínodo que pertenecen a esta misma Iglesia.
Al precisar que este evento se celebra en el contexto del Año Jubilar, recordó las palabras del Papa Francisco, quien decía que “la esperanza no defrauda, porque está fundada en el amor de Dios en Cristo Jesús, nuestro Señor”.
En el contexto de la cruenta guerra en Ucrania, el Santo Padre comentó que “no es fácil hablarles de esperanza”. “No es fácil encontrar palabras de consuelo para las familias que han perdido a sus seres queridos en esta guerra sin sentido”, agregó a continuación.
Al dirigirse a los obispos ucranianos, recordó que están “en contacto cada día con personas heridas en el alma y en el cuerpo”. A pesar de estas heridas, aseguró recibir “muchos testimonios de fe y de esperanza por parte de hombres y mujeres de su pueblo”..
Esto, para el Pontífice, “es un signo de la fuerza de Dios, que se manifiesta en medio de los escombros de la destrucción”.
“Soy consciente de que tienen muchas necesidades que afrontar, tanto en el ámbito eclesial como en el humanitario. Están llamados a servir a Cristo en cada persona herida y angustiada que se dirige a sus comunidades en busca de ayuda concreta”, señaló.