El Papa León XIV recibió esta mañana en la Basílica de San Pedro a los peregrinos de la Iglesia greco-católica ucraniana, que se encuentran de paso en Roma con motivo del Jubileo de la Esperanza.
Todos los obispos ucranianos, en conjunto con un nutrido grupo de fieles, cruzaron la Puerta Santa de San Pedro. Además, el arzobispo mayor de Kyiv-Halyč, Mons. Sviatoslav Shevchuk, presidió la Divina Liturgia.
El Santo Padre se dirigió a los peregrinos, enfatizando en que comparte su dolor “por los prisioneros y las víctimas de esta guerra sin sentido” que vive Ucrania desde hace más de tres años. “Encomiendo al Señor sus intenciones, sus fatigas y tragedias diarias y, sobre todo, sus deseos de paz y serenidad”, dijo el Papa.
“Su peregrinación es signo del deseo de renovar su fe, de fortalecer su vínculo y comunión con el Obispo de Roma y de dar testimonio de la esperanza que no defrauda, porque nace del amor de Cristo, derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo (cf. Rm 5,5)”, aseguró.
León XIV señaló que el Año Jubilar, convocado por el Papa Francisco, invita a dar testimonio de esperanza a lo largo de la vida y sin importar las adversidades que se presenten. La peregrinación a Roma, continuó, es “símbolo de este camino diario, que se extiende hacia la eternidad”.
Además, destacó el testimonio de fe cristiana de la “hermosa tierra” ucraniana, fecundada a lo largo de su historia por el ejemplo de tantos santos y “regada por la sangre de tantos mártires, que a lo largo de los siglos, con el don de su vida, han sellado su fidelidad al Apóstol Pedro y a sus Sucesores”.