El próximo 13 de julio, denominado “Domingo del Mar”, la Iglesia Católica recuerda a los miles de marinos que trabajan lejos de sus casas y familias.
En un mensaje con ocasión de esta jornada, el Cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, subrayó la importancia de llevar al corazón de la Iglesia, la labor de la gente del mar, “a menudo realizada de manera invisible”.
El purpurado subrayó que este trabajo contribuye significativamente a la economía y al desarrollo de los pueblos, al mismo tiempo que recordó a los marinos que “no están solos en sus reivindicaciones de justicia, dignidad y alegría”.
Especialmente en este Año Jubilar, el cardenal exhortó a los católicos a “romper las cadenas, perdonar las deudas, redistribuir los recursos, encontrarse en la paz”, unos gestos humanos valientes “pero a la vez posibles”.
“Toda la Iglesia está llamada también a interrogarse sobre las actuales condiciones laborales en los puertos y en las embarcaciones, incluyendo los derechos de los trabajadores, las condiciones de seguridad y la asistencia tanto material como espiritual que se les proporciona”, indicó.
Asimismo, remarcó que “en una creación herida y en un mundo en el que aumentan los conflictos y las desigualdades, amar al Dios de la vida implica comprometerse con la vida”.