La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, confirmó esta semana que existe una “investigación en curso” sobre las muertes de “los cinco de Washington D.C.”, los cinco bebés abortados en etapas avanzadas de gestación que fueron hallados hace tres años en una clínica abortista de la capital estadounidense.
Durante una audiencia presupuestaria del Departamento de Justicia celebrada el 23 de junio en la Cámara de Representantes, el congresista Riley Moore recordó que en 2022 la policía “recuperó los restos de cinco niños no nacidos, aparentemente de una clínica abortista en D.C., que parecían haber sido víctimas de un brutal aborto por nacimiento parcial”.
Moore preguntó a Bondi si el gobierno se comprometería “a trabajar conmigo y con este comité para llevar a cabo una investigación completa y justa sobre la muerte de estos niños, para garantizar que se haga justicia con los Cinco de D.C.”.
Bondi confirmó que se trata de “una investigación en curso”, pero añadió: “No puedo discutir esto en este foro”.
Los llamados “Cinco de D.C.” fueron encontrados en la casa de Lauren Handy, activista provida y conversa al catolicismo. El grupo Progressive Anti-Abortion Uprising (Levantamiento Progresista contra el Aborto) afirmó haber recibido los restos de presuntos informantes que sospechaban que las muertes podrían haber violado leyes federales contra el aborto por nacimiento parcial y el infanticidio.
Los activistas indicaron que los cuerpos provenían de Washington Surgi-Clinic, una clínica de abortos en el noroeste de Washington D.C., operada por el abortista de embarazos avanzados Cesare Santangelo.