El Papa León XIV nombró este martes al húngaro Mons. Gábor Pintér nuevo Delegado Apostólico en el Océano Pacífico. ¿En qué consiste este cargo y cuántos hay en el mundo?
El Derecho Canónico se refiere a los enviados y representantes de la Santa Sede como “legados” pontificios, aquellos que representan al Pontífice y a la Santa Sede en las Iglesias particulares y ante el Gobierno de un Estado.
Su principal función es velar por la unidad entre la Sede Apostólica y la Iglesia en un país determinado, y para ello deben informar a la Santa Sede de las condiciones de las Iglesias particulares, prestar ayuda y consejo a los obispos, mantener relación con la Conferencia Episcopal y promover iniciativas de paz y cooperación.
Los legados pontificios se clasifican en tres tipos: Nuncio Apostólico, el representante diplomático de la Santa Sede ante un Estado; Pro-Nuncio Apostólico, quien también representa al Papa aunque no ejerce de decano del cuerpo diplomático; y el Delegado Apostólico, que no ejerce funciones oficiales diplomáticas.
Cabe destacar que el Pontífice también puede enviar representantes en calidad de observadores ante organizaciones internacionales, congresos o conferencias.
Mons. Gábor Pintér, Arzobispo Titular de Velebusdo, es además Nuncio Apostólico en Nueva Zelanda, Fiyi, Palaos, Estados Federados de Micronesia, Vanuatu, Islas Cook, Kiribati, Islas Marshall, Samoa y Nauru.