Después de saludar desde el papamóvil a los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro del Vaticano para participar en la Audiencia General, el Papa León XIV continuó con su catequesis sobre “Jesucristo, nuestra esperanza”.
Este miércoles 18 de junio, el Pontífice recordó que Jesús es capaz de sanar y “desbloquear” el pasado que en ocasiones nos paraliza, invitándonos a caminar y decidir qué hacer con nuestra historia.
Al inicio de su catequesis, el Santo Padre invitó a los fieles a pensar en las situaciones en las que “nos sentimos ‘bloqueados’ y encerrados en un camino sin salida”, donde parece “inútil continuar a esperar, nos resignamos y no tenemos más ganas de luchar”.
La Iglesia, casa de la misericordia
Al hacer referencia a la lectura del Evangelio de Juan (5,1-9), que narra la sanación de un paralítico, el Pontífice precisó que es Jesús quien “alcanza en su dolor” a los enfermos y a aquellos que eran expulsados del Templo por ser considerados “impuros”.
Estas personas, recordó el Santo Padre, esperaban ser sanadas en una piscina cuyas aguas se creía que eran capaces de curar las enfermedades. Según la creencia del tiempo, quien primero se zambullía al agitarse el agua, se curaba.