Bernardo García, director ejecutivo de la Declaración de Casablanca que pide la abolición universal de los vientres de alquiler o maternidad subrogada, afirmó que esta práctica en realidad “es explotación de mujeres pobres y venta de niños”.
Así lo indicó García en declaraciones a EWTN Noticias, en el marco de la tercera cumbre de la declaración, que se realizó la semana pasada en Lima (Perú), con la asistencia de especialistas en bioética, derecho y comunicación.
El experto resaltó que la Declaración de Casablanca “es una ONG que informa sobre los riesgos y los peligros de la maternidad subrogada en el mundo y promueve activamente un tratado internacional a nivel de Naciones Unidas para abolir esta práctica”.
”Pensamos que las autoridades, también la opinión pública tiene que saber la realidad de este mercado, porque muchas veces lo proponen como una técnica alternativa de fertilidad, como una técnica alternativa de adopción, pero esto realmente es explotación de mujeres pobres y venta de niños”, subrayó.
García destaca la importancia de prohibir los vientres de alquiler, una práctica que en los últimos años ha hecho de varios países de Latinoamérica su centro de operaciones.
De acuerdo al experto, la Declaración de Casablanca agrupa a especialistas de más de 80 países y surge como respuesta al crecimiento global de la maternidad subrogada, una industria que en 2024 movió 22.400 millones de dólares, según el Global Market Insights.