Olga Elena y Maritza Chiquinquirá Salazar son dos hermanas nacidas en el llano venezolano, en pleno siglo XX. Este 10 junio, a sus 88 y 83 años respectivamente, recibieron en Caracas el sacramento de la Confirmación.
Tras meses de preparación, durante los que asistieron con perseverancia a sus clases de Catecismo, las hermanas Salazar se presentaron este martes a la parroquia Sagrada Familia de Nazaret y San Josemaría Escrivá de Balaguer, donde junto a decenas de jóvenes recibieron el don del Espíritu Santo de manos del Cardenal Baltazar Porras, arzobispo emérito de Caracas.
“Fue un camino guiado por el Espíritu Santo”, comentó a ACI Prensa la mayor de las hermanas, Olga Elena, quien es madre y abuela. Sin embargo, la preparación no fue sencilla. Junto a su madrina, la señora Elisabeth Dal Pan, las hermanas Salazar debieron trabajar duro para ubicar sus certificados de bautismo en el interior del país.
Olga y Maritza se criaron en la sabana. La primera nació en San Carlos, estado Cojedes, y la segunda le siguió cinco años más tarde en la ciudad de Barinas. Ambas localidades se ubican a varias horas de viaje desde Caracas.
Las constancias de bautismo, requisito indispensable para recibir la Confirmación, se encontraban en San Carlos. Las hermanas aseguran que fue su amor a Dios y a la Iglesia Católica lo que las motivó a no descansar hasta conseguir los documentos.
“Yo soy católica. Si estoy bautizada, ¿por qué no me confirmaron?”, pensaba Olga Elena. “Me casé en el año 63, en la parroquia San Pedro de los Chaguaramos (Caracas), y allí solo tenían el acta matrimonial, porque la constancia de Confirmación no la pedían”, comentó.