En una vitrina del Seminario Mayor Santo Toribio de Mogrovejo, en Chiclayo, se conservan dos solideos: uno perteneció al Papa Francisco; el otro, a quien hoy es el Papa León XIV, cuando aún era obispo en Perú.
“Estos objetos litúrgicos simbolizan la protección divina y la dedicación que uno le debe sólo a Dios”, afirma con orgullo el P. Marcos Ballena, administrador y además formador del seminario desde que Mons. Prevost asumió el liderazgo de la diócesis, en una entrevista concedida a ACI Prensa.
Mons. Robert Prevost, hoy Papa León XIV, fue obispo de la Diócesis de Chiclayo y dejó una huella profunda en la formación sacerdotal, ya que, según el P. Ballena, como obispo “fue el principal promotor de las vocaciones sacerdotales” en el norte del Perú.
El P. Ballena asegura que “el seminario ha sido una prioridad de Monseñor Robert, porque no solamente se forman los seminaristas de Chiclayo, sino también de Chota, Chachapoyas y Chimbote”.