La Conferencia Episcopal Argentina se unió al “desconcierto y desamparo” de las personas con discapacidad, que desde hace varios días se manifiestan para reclamar ante los recortes del Estado en el área.
Los profesionales de la salud, acompañantes y familiares de personas con discapacidad aseguran que la situación en el área es crítica, debido a que el monto asignado para las prestaciones no recibe aumentos desde hace varios meses, poniendo en peligro la continuidad de los servicios esenciales.
La presidenta de la Cámara Argentina de Servicios de Apoyo a la Inclusión Educativa, Elizabeth Karina Foschi, precisó a La Nación que los profesionales de apoyo están cobrando $307.000 pesos argentinos por trabajar cinco días a la semana, cuatro o cinco horas diarias (USD $3 dólares estadounidenses por hora, aproximadamente).
Desde el sector denuncian la suspensión en las coberturas, los bajos honorarios que perciben los prestadores, y los meses de demora en los pagos provenientes del Estado. Un psicólogo, por ejemplo, según los valores actuales del nomenclador oficial, percibe $12.370 pesos argentinos por cada sesión (aproximadamente USD $10 dólares estadounidenses).
El jueves pasado se realizó en Buenos Aires —con eco en varias ciudades del interior— una marcha al Congreso de la Nación para pedir que se declare la situación de emergencia en discapacidad. Este miércoles, los manifestantes se sumarán a la protesta que semanalmente realizan los jubilados en las inmediaciones del Congreso.
En los últimos días se hizo pública una respuesta que Diego Spagnuolo, titular de la Agencia Nacional de Discapacidad, habría dado a la mamá de Ian Moche, un niño autista conocido en Argentina por divulgar información para crear conciencia sobre el trastorno.