“Carlo amaba América”: Testimonio de la madre del futuro santo conmueve a más de 2.500 fieles

“Moriremos como fotocopias si no descubrimos el proyecto de Dios para nosotros. Todos tenemos dentro las semillas de la santidad”, aseguró.

El corazón eucarístico y mariano de Carlo

Antonia relató que su hijo, desde el día de su primera comunión, asistió a misa todos los días y también participaba diariamente en la adoración eucarística antes o después de la misa.

“Cuando Carlo tenía seis años, comenzó a rezar el rosario todos los días. Solía decir que rezar el rosario era como hacerse un exorcismo a uno mismo cada día”, contó.

“En Fátima, la Virgen María siempre pidió a las personas que rezaran el rosario. Dijo que, a través del rosario, podemos detener las guerras. El rosario es muy poderoso. Sé que no todos pueden ir a misa todos los días, pero con el rosario podemos ayudar a muchas personas cada día”, añadió.

La importancia de la Eucaristía en la vida espiritual

“Cuando tenemos una vida eucarística, eso te sana. Cambiará tu vida”, aseguró Antonia. “La Eucaristía, como decía Carlo, es una autopista al cielo. ¿Por qué? Porque es lo más sobrenatural que hay en esta vida”.

“La esencia de Jesús es el amor. Por eso, cuando vemos milagros eucarísticos, siempre son hostias que se han transformado en carne del miocardio; del corazón. Es como si Jesús nos enviara emojis de corazones desde el cielo. Jesús nos está enviando su corazón”, explicó.

Comentó que las personas se alteran mucho cuando pierden la conexión a internet, pero no reaccionan igual cuando pierden la conexión con Dios.

“Carlo solía decir que todos somos místicos, porque todos tenemos la Santísima Trinidad dentro desde el momento del bautismo. El problema es la conexión. ¿En qué sentido? Si no rezo ni tengo momentos de silencio y reflexión durante el día, pierdo la conexión con Dios”, sostuvo.

“La santidad de Carlo fue que, en medio de su vida ordinaria, se tomaba pequeños momentos para rezar, para agradecer a Dios. ¿Cuántas veces rezamos? Tenemos que darle un pequeño espacio a Dios”, añadió.

Momentos conmovedores

Durante una sesión de preguntas y respuestas, cuando le preguntaron sobre la muerte de Carlo, su madre contó que, después del funeral, dos de sus amigos estaban muy afectados y lloraron durante semanas. Carlo se les apareció en sueños a ambos la misma noche y les dijo que dejaran de llorar porque él estaba muy feliz en el cielo.

En respuesta a preguntas sobre la fecha de canonización, Antonia indicó que aún no hay una fecha establecida, pero que los funcionarios del Vaticano volverán a reunirse sobre las causas el 13 de junio.

Varios asistentes compartieron historias personales de sanaciones milagrosas y oraciones respondidas que atribuyen a la intercesión de Carlo Acutis. Muchos agradecieron a su madre por su testimonio constante.

La ovación al final de su presentación duró varios minutos, con una multitud de personas levantando sus teléfonos para tomar fotos antes de que se retirara.

“Me impresionó que fuera su hijo, a una edad muy temprana, quien la llevó por completo al seno de la Iglesia. Parecía que antes ella era católica solo de nombre, y fue él [Carlo] quien inició su vida de fe y su labor como catequista”, dijo Valentina Cook, una búlgara residente en el condado de Westchester que asistió a la charla.

“Me gustó cómo habló la señora Acutis y cómo lo hizo muy fácil de entender. Tiene una forma muy amena de hablar que permite comprender conceptos muy profundos —con algunas sonrisas y risas incluidas—”, comentó Isabella Arena, una estudiante de secundaria de Nueva York.

“Me impresionó positivamente la multitud reunida en la iglesia para escuchar el testimonio de la madre de Carlo. Para mí, es una confirmación de una ola de ‘despertar’ que estamos viendo hoy”, expresó Maria Baldi, italiana residente en Nueva York.

“Hay una necesidad enorme de sentido, estructura, disciplina y propósito. La necesidad es más fuerte que nunca entre los jóvenes”, añadió. “Dios está usando realmente a este joven para encender una nueva fe donde está débil o perdida”.

Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.