El Papa León XIV dirigió un mensaje a los obispos franceses, con motivo del centenario de la canonización de Santa Teresita del Niño Jesús, San Juan María Vianney y San Juan Eudes, resaltando la vigencia de su testimonio para enfrentar los retos que se le presentan actualmente a la Iglesia en Francia.
“Al elevarlos a la gloria de los altares, mi predecesor Pío XI quiso presentarlos al Pueblo de Dios como maestros a quienes escuchar, modelos a imitar y poderosos apoyos a quienes rezar e invocar”, escribió el Santo Padre.
“La magnitud de los desafíos que enfrenta la Iglesia en Francia un siglo después, y la continua relevancia de estas tres santas figuras para afrontarlos, me llevan a invitarlos a dar especial prominencia a este aniversario”, agregó.
León XIV destacó “un rasgo espiritual” que estos tres grandes santos de la Iglesia Universal tienen en común: “amaron a Jesús sin reservas, de modo sencillo, fuerte y auténtico; experimentaron su bondad y su ternura en una particular cercanía cotidiana, y lo testimoniaron con un admirable impulso misionero”.
Para el Papa, este testimonio se presenta atractivo y de un modo muy significativo a los hombres y mujeres de hoy. Haciéndose eco de las palabras del Papa Francisco en su encíclica Dilexit nos, el Santo Padre afirma que —a ejemplo de los tres santos centenarios— no podría haber una misión más hermosa para la Iglesia francesa que el de “ayudar a todos a descubrir el amor tierno y devoto que Jesús les tiene, hasta el punto de transformar sus vidas”.
“Celebrar el centenario de la canonización de estos tres santos es, ante todo, una invitación a dar gracias al Señor por las maravillas que ha realizado en esta tierra francesa a lo largo de largos siglos de evangelización y vida cristiana”, dijo León XIV.