Nuevo proyecto de ley del aborto en Chile es “una aberración jurídica y moral”, afirma obispo

“Estábamos estudiando ese decreto y entonces la ministra Orellana, ministra de Salud y ministra de la Mujer, ha indicado que se va a mandar al Parlamento una ley que permite el aborto libre, es decir, el aborto sin causal, legal hasta las 12 semanas, lo cual nos parece, como hemos dicho en nuestra declaración, verdaderamente una falta de respeto contra la dignidad de la persona humana, ya en el sentido más claro de la expresión”, aseveró. 

“Si ya la ley anterior nos pareció muy injusta para el que está por nacer, para la dignidad de la persona, esta es, lo digo yo, a título mío, una aberración jurídica y moral”.

“Hay razones suficientes en la ciencia hoy día para saber que hay un ser humano ahí [en el vientre materno] que está ya concebido y que, por lo tanto, tiene derecho a la vida”, añadió.

“Han sido muy pocos los casos en que se han acogido a la ley de las tres causales”, explicó el obispo, “porque la inmensa mayoría de los profesionales en Chile, de la salud, especialmente en el ámbito gineco-obstétrico, piensan que efectivamente no hay causa nunca suficiente para quitar la vida humana al ser que está en el seno materno, sea por cualquier causa. Y eso se va a volver a repetir y lo vamos a volver a decir”, insistió.

“Apenas se lanzó esta idea el día viernes, el sábado ya lanzamos nuestra declaración y pedimos a todos que oremos por esto, porque es una aberración y una cosa que haría mucho mal a un país que necesita mucha paz. Estamos metiendo la violencia en el seno de la familia, en el seno del corazón de una persona, de una mujer”, lamentó. “Y precisamente en el momento en que estamos buscando la unidad, la paz, la concordia en una nación con muchas divisiones”, subrayó. 

“Por eso nuestra posición siempre fue férrea, pero ahora estamos ante el aborto legal, o sea, sin causales. Cualquier persona puede ir hasta tantas semanas a pedir un hospital público que le hagan un aborto”, explicó Mons. González, anticipando que también habrá una serie de normas para que los hospitales anuncien públicamente que allí se pueden realizar abortos, y los médicos también tendrán que declarar públicamente si son objetores. 

En síntesis, estamos ante “un Estado que está promoviendo el aborto”.

“No solamente que lo aceptan cuando se produce, no, lo promueve directamente con leyes que esperamos en Dios no sean aprobadas”, manifestó.

Desde la Iglesia Católica, garantizó el obispo, “daremos todas las peleas hasta llegar de nuevo al Tribunal Constitucional”, y anticipó: “Nos queda mucho trabajo por delante para defender la dignidad de la persona humana y del más débil de todos”. 

“¿Cómo es posible que un país como el nuestro, de raigambre cristiana, que se ha fundado sobre esos valores, tenga una autoridad que crea que hace bien al país establecer la posibilidad de quitar la vida del que está en el vientre materno y a su vez quitar la vida de alguna manera al que ya se hace, entre comillas, inservible?”, planteó, refiriéndose al aborto y a la eutanasia.