“Que el papa Francisco articulara de forma tan reflexiva y profunda la posición de la Iglesia sobre la política medioambiental —basando sus argumentos no en tradiciones de conservadurismo o liberalismo, sino en una comprensión de la humanidad, la fe y la responsabilidad— fue un logro histórico”, agrega.
ITER, ubicado en el sur de Francia y apoyado por 35 naciones —incluyendo a China, Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea—, busca replicar en la Tierra la fusión que alimenta al Sol, ofreciendo una fuente de energía limpia y potencialmente ilimitada. Para Coblentz, el proyecto está muy en sintonía con las líneas que el Pontífice argentino trazó en su encíclica.
“ITER, como proyecto internacional de investigación en fusión, encarna algunos de los principios expresados en Laudato Si’. A pesar de los recientes conflictos geopolíticos, los miembros del proyecto —China, Europa, India, Japón, Corea, Rusia y Estados Unidos— continúan trabajando para lograr un mejor legado energético para el futuro de la humanidad”, explica Coblentz.
También destaca que el efecto de Laudato Si’ se ha hecho sentir en la configuración de políticas ambientales y foros internacionales. “La ausencia previa de un documento así permitía a muchos líderes separar su responsabilidad personal del impacto ambiental de sus acciones públicas. Laudato Si’ unificó esa dualidad y expuso la deshonestidad intelectual de ese enfoque dividido”, subraya Coblentz.
Un nuevo impulso con el Papa León XIV
El legado de la encíclica, una década después, continúa hoy con fuerza renovada. “Estamos en la cresta de la ola, queda mucho por hacer y no faltan iniciativas y creatividad”, concluye Molina.
La catedrática celebra el apoyo explícito del Papa León XIV, quien recientemente envió un mensaje a los participantes del encuentro de la Red de Universidades para el Cuidado de la Casa Común en Río de Janeiro, en preparación a la próxima COP30.
En ese mensaje, el primero que mandó en vídeo, el Pontífice estadounidense alentó a considerar la deuda ecológica en las negociaciones internacionales y a trabajar por la justicia socioambiental, ofreciendo así continuidad al enfoque de Francisco.
En el video, León XIV pidió a los participantes “ser constructores de puentes de integración entre las Américas y con la Península Ibérica, trabajando por una justicia ecológica, social y ambiental”.
Un resumen de Laudato Si’
El título de la encíclica Laudato si' (“Alabado seas, mi Señor”) proviene de san Francisco de Asís, quien en su Cántico de las criaturas recuerda que la tierra es nuestra casa común. El Papa Francisco invitó a ver a las personas, los animales y la naturaleza no como objetos de explotación, sino como parte de la Creación.
La encíclica propone la ecología integral como un nuevo paradigma de justicia, integrando la posición del ser humano en el mundo y sus relaciones con el entorno.
Destaca la necesidad de justicia para los pobres, denuncia el deterioro de la calidad de vida y la decadencia social, y señala las desigualdades existentes.
El Papa advierte sobre la “irresponsabilidad despreocupada” y pide crear normas que protejan los ecosistemas y a las poblaciones más vulnerables.
Además, propone un cambio de vida basado en una conversión ecológica, resaltando la dimensión civil y política del amor, su relación con la Trinidad, los sacramentos y María, Reina de la Creación.
También afirma que la fe cristiana motiva el cuidado de la naturaleza y de los más frágiles, y subraya que la creación es un don de Dios para administrar, no para destruir.
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