Mientras el mundo celebra la elección del primer Papa nacido en Estados Unidos, el presidente de la única organización benéfica con sede en Estados Unidos, dedicada a llevar a cabo los proyectos de ayuda humanitaria del Santo Padre, considera que el pontificado de León XIV podría incrementar las donaciones caritativas en el país norteamericano.
“Sí creo que, por el hecho de que el Papa León es estadounidense, tendrá una relación especial con los estadounidenses, lo que debería traducirse en un aumento de donaciones para sus causas a favor de los pobres, los vulnerables y los marginados”, afirmó Ward Fitzgerald, presidente del consejo de la Papal Foundation.
Financiada por donaciones de sus “Stewards of St. Peter” (Mayordomos de San Pedro), la Papal Foundation apoya proyectos de ayuda humanitaria designados por el Papa y la formación continua de sacerdotes y religiosos. “Entre el 90 y el 95% de estos benefactores son estadounidenses”, según Fitzgerald, quien enfatizó que ninguna de sus contribuciones va al Vaticano ni a la Santa Sede.
Parte de la razón por la que Fitzgerald cree que la elección del nuevo pontífice podría influir positivamente en las donaciones, no sólo a la fundación sino también al Vaticano, es que el nuevo Santo Padre es angloparlante nativo.
“Muy a menudo... el Papa se siente un poco ajeno para los estadounidenses”, dijo. “No tenemos derecho como sociedad a tener un [papa] que hable nuestro idioma, así como ningún otro país tiene ese derecho. Pero puede ser útil para dinamizar la fe y las causas de la Santa Sede cuando la comunicación puede ser mejor”.
“Creo que es especialmente importante en una época, lamentablemente, en la que la gente usa constantemente el video y el teléfono”, añadió.