El cuerpo de Santa Teresa de Jesús está expuesto en la Basílica de la Anunciación de Alba de Tormes (España), donde murió, en “una ocasión histórica y única que no volverá a acontecer en mucho tiempo”, como se destaca desde el monasterio carmelita de la Anunciación de Nuestra Señora.
Hasta el próximo 25 de mayo, el cuerpo de la santa reformadora de la Orden del Carmelo estará disponible para la veneración pública de manera extraordinaria, ya que desde su muerte en 1582 esto sólo ha tenido lugar en otras dos ocasiones, en 1760 y 1914.
La primera vez en que fue expuesto para su veneración pública fue cuando se inauguró el nuevo y definitivo sepulcro. En esa ocasión, “el cuerpo fue expuesto en la reja del coro bajo por espacio de unas siete horas el día trece de octubre”, tras lo que se colocó el arca de plata en el nuevo sepulcro de mármol, detalla el sitio web del monasterio.
En el año 1914 el sepulcro teresiano fue abierto en dos ocasiones. La primera el 16 de agosto y el cuerpo se expuso en el camarín alto, de manera privada, hasta el día 23 del mismo mes en que fue colocado de nuevo en el sepulcro de mármol.
Cinco días después, el 28 de agosto, se reabrió para la veneración popular, durante unas horas, quedando cerrado el mismo día.