El cardenal bosnio Vinko Puljić, cuya presencia en el cónclave estuvo en duda por sus problemas de salud, logró finalmente pronunciar con honda emoción su juramento para sellar el secreto que rodea el cónclave.
En un primer momento sus médicos le habían aconsejado que emitiera su voto desde la Casa Santa Marta. De hecho, el arzobispo emérito de Vrhbosna (Bosnia y Herzegovina), para quien es su tercer cónclave, incluso avisó de que no acudiría a Roma.
"Mi salud no me permite viajar al tercer cónclave. Los médicos no me lo aconsejan y no siento que pueda soportarlo. No tengo previsto viajar a Roma a menos que el Vaticano me lo pida específicamente", avanzó al diario Vecernji List. No obstante, finalmente, pudo participar.
El cardenal Puljić ha entrado en la Capilla Sixtina no sin dificultades. Caminaba despacio, renqueante, ayudado por un bastón y agarrado también al brazo de un prelado que le acompañó.
Todos los cardenales electores abandonaron en torno a las 15:45 la Casa Santa Marta donde se están alojando durante el cónclave y se dirigieron al Palacio Apostólico. Juntos rezaron en la Capilla Paulina y caminaron en procesión por el pasillo hasta llegar a la Capilla Sixtina, mientras entonaban las Letanías de los Santos.