El primer cónclave del Cardenal Cobo: “El Espíritu Santo ya sabe quiénes son sus candidatos”

Confiado en las oraciones de la Iglesia

Cobo Cano fue creado cardenal por el Papa Francisco en el consistorio del 30 de septiembre de 2023, por lo que este será su primer cónclave. Aunque revela que lo afronta con cierto vértigo, debido también a la “expectación que hay alrededor”, afirma que está confiado y le reconforta “saber que la gente está rezando”.

“Me alegra mucho que Dios ya lo tiene pensado. Creo que lo que tenemos que hacer nosotros es escuchar un poco la voz de todos, para ir atinando”, agregó.

El Arzobispo de Madrid reiteró su confianza en el pueblo de Dios y en la oración de toda la Iglesia, algo que confiere también cierta “responsabilidad colegial”.

“El Espíritu Santo ya sabe quiénes son sus candidatos. Entonces, no se trata tanto de que nosotros queramos imponer los que quiere cada uno, que eso sería un parlamentarismo que gane el partido mío, sino se trata de escuchar a Dios también a través de la vida en el pueblo de Dios”, señaló.

En esta línea, reiteró la importancia de escuchar al Espíritu Santo para “ver cuál es el candidato que Dios y la Iglesia necesita en este momento por encima de las ideologías de cada uno, de los intereses de cada uno o de las particularidades. Porque el Papa siempre es el vínculo de unidad”.

El cónclave no es un parlamento

Destacó asimismo la unión que existe a pesar de la diversidad que presenta este cónclave, el más grande y global de la historia, subrayando la importancia de la escucha frente a las diferentes sensibilidades y realidades de la Iglesia. 

En este contexto, destacó que “cada uno tiene su posición y puede decir las cosas, como en cualquier familia”, al tiempo que afirmó que “no hay enfrentamiento como si fuera un parlamento. Nos alejamos un poco de la vida política y vemos que esto es otra cosa”.

A pesar de las diferencias de opiniones, afirmó que “cuando vamos al cónclave vamos  rezados y con la Eucaristía como el centro”, a la que se refirió como “una brújula que nos va recomponiendo. Todos tenemos la tentación de hacer un parlamento, y eso no es”, aseveró.

“Cuando nos encontramos, ya no nos vemos rivales, porque si nos ponemos las gafas del Evangelio vemos que somos hermanos cardenales, que vamos a la misma y nos hace recalcular la ruta en todo momento si hay despiste”, concluyó.