El gobernador del estado de Washington, Bob Ferguson, firmó el viernes una controvertida ley estatal que exige a los sacerdotes denunciar el abuso infantil a las autoridades, incluso si se enteran durante el sacramento de la confesión.
La medida, presentada en la Legislatura estatal a principios de este año, añade al clero a la lista de denunciantes de abuso obligados por el estado, pero no incluye una exención para la información obtenida en el confesionario.
Una versión de 2023 de la propuesta hacía una exención para las acusaciones de abuso obtenidas "únicamente como resultado de una confesión". El proyecto de ley más reciente no contiene dicha excepción y, de hecho, señala explícitamente que el clero no puede acogerse a una exención por "comunicación privilegiada".
Ferguson declaró a la prensa que, como católico, estaba "muy familiarizado" con el sacramento de la confesión. "Consideré que esta era una legislación importante", declaró el viernes.
Mientras tanto, el Obispo de Spokane, Mons. Thomas Daly, dijo ese mismo día que el clero no rompería el secreto de confesión, incluso si la ley lo exigiera.
“Pastores, obispo y sacerdotes” están “comprometidos a mantener el secreto de confesión, incluso hasta el punto de ir a la cárcel”, recordó el obispo. “El sacramento de la penitencia es sagrado y seguirá siéndolo en la Diócesis de Spokane”, añadió.