En Buenos Aires y en Roma, vecinos, comerciantes y antiguos conocidos comparten historias que revelan la humanidad y cercanía de Jorge Mario Bergoglio, quien, antes de ser el Papa Francisco, era conocido simplemente como “el padre Jorge”.
En el barrio de Flores, donde nació y vivió gran parte de su vida, aún se conserva la memoria de su paso como sacerdote por la Basílica de San José. A sólo dos cuadras de allí, en la tienda familiar Muglia Shoes, recuerdan cuando compró unos mocasines recién ordenado.
“Sé que el padre venía acá porque mi papá me ha hablado, me ha dicho: ‘El padre de la iglesia San José viene a comprarnos’. Pero yo era muy chiquito. Son recuerdos que me van quedando… y lo que me cuentan los vecinos”, contó Juan José Muglia, actual dueño de la zapatería, a EWTN Noticias.
En la esquina, el kiosco de diarios de Antonio Plastina fue por años un punto de tertulia dominical con el entonces Cardenal Bergoglio: “Hablábamos como hablamos los argentinos: de política, de fútbol… mezclábamos todo. Pero más de fútbol, porque era muy futbolero. Le encantaba”.
Unas cuadras más allá, en la casa donde creció, los vecinos colocaron flores tras su partida el 21 de abril de 2025, Lunes de Pascua.