Filipinas hará historia este año el 27 de abril, Domingo de la Divina Misericordia, al convertirse en la primera nación del mundo en consagrarse enteramente a Jesús a través de la Divina Misericordia.
En 2016, durante el Congreso Panafricano sobre la Divina Misericordia en Ruanda, los obispos de África consagraron el continente entero a la Divina Misericordia. Sin embargo, Filipinas será el primer país individual en hacerlo.
“Esto es extraordinario; realmente no tiene precedentes. Nunca antes se había hecho algo así en la historia del mundo: un país consagrándose a la Divina Misericordia”, dijo el P. James Cervantes, de los Padres Marianos de la Inmaculada Concepción (MIC), una congregación dedicada a difundir el mensaje de la Divina Misericordia.
“Creo que los obispos están siendo inspirados por el Espíritu Santo para guiar a nuestro país hacia la santidad”, aseguró.
Esta audaz iniciativa comenzó con una sola chispa: una carta sentida de Cervantes dirigida a los obispos de todo el país, llamándolos a realizar una consagración nacional a la Divina Misericordia. Las diócesis respondieron con entusiasmo, y pronto la idea se extendió como un reguero de pólvora.
El Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Católica de Filipinas (CBCP) dio su aprobación oficial, declarando que la consagración nacional a la Divina Misericordia tendrá lugar durante todas las Misas del 27 de abril, como parte de las celebraciones del Jubileo de 2025.