De norte a sur, México ha rendido homenaje al Papa Francisco con Misas exequiales celebradas en diferentes ciudades del país, donde obispos, sacerdotes y el pueblo de Dios han expresado su dolor por su partida, pero también su gratitud por el legado que dejó en su pontificado.
Ciudad de México
En la Arquidiócesis Primada de México, la Misa Exequial fue presidida por el Obispo auxiliar Mons. Francisco Javier Acero Pérez, en la Catedral Metropolitana. Durante su emotiva homilía, recordó con cariño la vida y el legado del Papa Francisco, destacando especialmente su llamado a una “Iglesia misionera llamada a difundir su alegría en el mundo”.
“La vida del Papa Francisco nos invita a resucitar a Jesús, el Viviente, de los sepulcros donde lo hemos metido”, proclamó el Mons. Acero Pérez. “Liberémoslo de las formalidades donde a menudo lo hemos encerrado. Despertemos del sueño de la vida tranquila en la que a veces lo hemos acomodado, para que no moleste ni incomode más”.
En este sentido, instó a realizar “gestos de paz en este tiempo marcado por los horrores de la guerra, de las desapariciones forzadas y la narcoviolencia; con obras de reconciliación en las relaciones rotas y de compasión hacia los necesitados; con acciones de justicia en medio de las desigualdades y de verdad en medio de las mentiras”.