Con estampas, banderas y camisetas con el rostro del Papa Francisco, este sábado 26 de abril, desde muy temprano, los fieles de la ciudad de Buenos Aires convirtieron en peatonales las calles principales que desembocan en la emblemática Plaza de Mayo para despedir a un gran hijo de esta tierra: Jorge Bergoglio, quien falleció el Lunes de Pascua tras 12 años de pontificado.
La Eucaristía estuvo presidida por el Arzobispo de Buenos Aires, Mons. Jorge García Cuerva, y concelebrada por numerosos obispos, entre ellos el Arzobispo emérito de Buenos Aires, Cardenal Mario Aurelio Poli, y el Nuncio Apostólico, Mons. Miroslaw Adamczyk, junto a decenas de sacerdotes.
La Eucaristía congregó a miles de personas, con el propósito de honrar la memoria de Jorge Bergoglio en la tierra que lo vio nacer, y puntualmente en la catedral donde dio sus pasos como obispo auxiliar y luego como Arzobispo de Buenos Aires.
“Gracias, perdón y te queremos mucho”
En su homilía, Mons. García Cuerva invitó a los miles de fieles que colmaban la plaza, a ser “la Iglesia en salida que siempre nos propuso Francisco”, y en nombre de todos quiso “darle a Francisco un gran abrazo y decirle gracias, perdón y te queremos mucho”.
En este momento de dolor, el prelado aseguró que hoy “lloramos a Francisco” desde lo más profundo, y pidió: “Con el dolor nos une como pueblo; que nuestras lágrimas rieguen nuestra Patria, para hacerla fecunda en reconciliación y hermandad”.